Durante el primer período de cursada del 2021, estudiantes de la materia Relaciones Públicas (RR.PP.) de la Licenciatura en Turismo y Hotelería -a cargo de la profesora Graciela Molina del Prado- realizaron como trabajo final la producción de dos revistas: Reacción en Cadena y Revista Spread.
En cada ejemplar se investigaron temas que atañen el programa de la materia: comunicación interna y externa, gestión de crisis, branding (productos, empresas, servicios), city brand, responsabilidad social empresarial (RSE). Los estudiantes, además de leer la bibliografía obligatoria pautada en el curso, debieron buscar un caso ilustrativo para trabajar. Aprendieron a redactar en formato de prensa (nota, noticia, crónica, comentario, opinión, gacetilla) y a partir de allí hicieron el branding de la revista para, cómo último paso, aprender a pasar todo el material a un medio digital.
En esta entrevista compartimos la experiencia en la voz de la docente, con aportes de los estudiantes que participaron del la materia RR.PP. -aulas A y B- tanto de la Licenciatura en Turismo y Hotelería, como de la Tecnicatura Universitaria en Ciencias Empresariales, carreras pertenecientes al Departamento de Economía y Administración, en la modalidad de estudios a distancia de la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad Nacional de Quilmes Virtual.
Graciela Molina del Prado es Licenciada en Relaciones Públicas, egresada de Universidad Argentina de la Empresa (UADE), estudió Periodismo en el Instituto Grafotécnico y Política Exterior en la Universidad de Belgrano. Actualmente es estudiante de la Maestría en Desarrollo y Gestión del Turismo (tesis en producción) de la Universidad Nacional de Quilmes, cohorte 2017. Docente de la modalidad de estudios a distancia de la UNQ, la Universidad Nacional de Quilmes Virtual. Consultora en Imagen de empresas de la hospitalidad y Productora de Eventos. Porteña radicada en Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
– ¿Cómo fue el proceso de cursada de la materia RRPP?
A lo largo del cuatrimestre, como parte de la evaluación parcial los alumnos deben realizar al menos dos actividades prácticas y participar en dos debates como mínimo, y aprobadas estas instancias, pueden acceder a la evaluación final. Todos los años procuro renovar, adaptándolo a los recursos y al contexto. En nuestro segundo año lectivo en pandemia, puse foco en propuestas que los lleve a vincularse e interactuar de manera activa, más allá de un intercambio, apostando a la construcción colectiva. Y surgió la idea de producir entre todos los participantes del curso, un medio gráfico digital, una revista, newsletter o house organ, a partir del aporte de sus investigaciones trabajadas como material de prensa. Del mismo modo, a los alumnos de “Organización de eventos” se les propuso que diseñen y organicen un evento virtual con formato de webinar, donde por equipos van a compartir a sus compañeros los temas que investigaron y trabajaron apelando a herramientas para hacerlo ágil y didáctico. Con actividades como estas, se logra trabajar sobre la teoría materializada en casos que deben ser ilustrativos volcada a algo concreto, como fue el diseño de sus revistas y del evento que esperamos disfrutar a fin de mes.
– ¿Cómo ideaste la propuesta?
Mucho contribuyen las capacitaciones que tuve a lo largo de mi experiencia docente en la Universidad, incorporando herramientas de trabajo colaborativo. En general, como docente presencial siempre me interesó generar actividades que movilicen, que los saque del escritorio, de la computadora y los ponga en acción para aplicar lo aprendido. La virtualidad frente a la presencialidad tiene algunas limitaciones, pero la realidad es que hay muchas ventajas, que tenemos que aprovechar y explotar, ya que trabajar con una persona que está a miles de kilómetros, tener su visión consensuada sobre un mismo punto, sobre un mismo asunto, nos abre un panorama muy rico. Tenemos que asumir que el aprendizaje del trabajo colaborativo es una habilidad necesaria para los tiempos que corren y se avecinan.
A partir de la transmisión de las consignas, de una primera fase (que fue organizarlos en equipo y que investigara cada uno de esos equipos una serie de contenidos que íbamos a tratar durante el cuatrimestre) debían enfocar esa investigación al análisis de casos, reales y actuales. Los temas iban desde la comunicación institucional interna, comunicaciones externas, las comunicaciones en gestión de crisis, el rol del vocero, como combatir los rumores y ruidos en la comunicación, tipos de crisis institucional, RSE, desarrollo de la imagen institucional, branding de destinos, entre otros temas.
Hubo en segundo paso, que ya orientados en su material, tenían que reescribir ese informe en un formato de algún género periodístico a elección, es decir, se les presentó los distintos formatos y cada uno elegía y adaptaba ese material a algún género noticia, crónica, opinión, nota, entrevista, humor.
– ¿Cómo fue el proceso de la elaboración de las revistas?
El último paso, que se iba desarrollando a la par de los otros, era juntarse todos esos equipos en un gran equipo -que era el aula- para la creación de una revista digital. Para ello debían concebir el nombre, tuvieron que votar, crear un logotipo, un isotipo, la elección de los colores identificatorios, y todas las formas visuales. Se le sumarían publicidades de los emprendimientos de los mismos alumnos, muchos de esos emprendimientos nacidos en pandemia como una manera de reinventarse. Por ello le dimos espacio para que pudieran darse a conocer.
– ¿Cómo fueron las comunicaciones con los estudiantes y entre ellos para lograr la fluidez en el proyecto?
Originalmente la comunicación fue a través del foro del campus, donde fui creando espacios para intercambio y para resolver temas específicos. Por supuesto que e-mails y trabajo compartido en gogle drive, se sumaron a eso audios por mensaje privado de Instagram para agilizar las consultas y no retrasar decisiones.
Los chicos nombraron un representante por equipo para hacer más fluida la comunicación en el foro y conmigo, y ese representante además de las comunicaciones, exteriorizaba las decisiones de su equipo en votaciones para decidir nombre y otras cuestiones.
– ¿Y el compromiso de los estudiantes?
Con respecto al compromiso de los estudiantes debo decir que en líneas generales fue muy positivo, y está a la vista el resultado. Siempre hay energías desparejas al inicio, suelen nivelarse con el entusiasmo de ver tomar forma el proyecto. La realidad es que tienen a la par otros compromisos con otras materias, sus trabajos, sus temas familiares También hay que saber gestionar el tema de los cortocircuitos que se pueden generar y las tensiones que se pueden presentar. Es importante evitar que se disperse la energía, eso o que se de depositar la responsabilidad y el equipo descanse sobre uno que tenga todo el peso de decisión.
Todo es parte del proceso que deben atravesar para alcanzar el resultado, la experiencia enseña mucho. Siempre vas a encontrar el “No se de que se trata pero me opongo” ó que se queja o cuestiona, pero si el grupo trabaja con espíritu de equipo logra integrarlo y no se deja invadir por un clima de reclamos que no permite que avancen de manera positiva.
– ¿Cuáles es el objetivo de la materia?
Tratandose de la materia Relaciones Públicas en el contexto de la Licenciatura de Turismo y Hoteleria el eje fundamental son las comunicaciones en y hacia todos los sentidos para alcanzar vínculos sanos, relaciones armónicas, y de esa manera proyectar una imagen alineada con la filosofía institucional. Por eso es importante lograr que haya comunicación.
Soy docente virtual de esta Casa hace casi 20 años, con motivo de la pandemia, muchos chicos que estudian en modalidad presencial siguieron sus estudios a distancia, y al menos yo, sentí el desafío de que esos chicos no extrañen tanto el aula, que el curso fluyera con armonía, y en mi rol de facilitadora, quise mediar entre el contenido y ellos proponiendo actividades grupales, fomentando la interacción, un trabajo basado en el compañerismo.
-¿Por qué elegiste el trabajo en equipo?
Pensando en qué actividad podíamos desarrollar, estaba muy consciente de que no iba a ser un proyecto “relajado”. Pero aún así, me dije que era EL MOMENTO.
Una campaña de RR.PP, la organización de un evento (que son las dos materias que doy en esta Casa) se basan en el trabajo de equipo. En este caso son estudiantes de turismo y hotelería, profesiones cuyo resultado excede el trabajo individual. Considero que trabajar de esta manera reporta muchas ventajas, ya que gracias a la sinergia de los integrantes, se alcanza una mayor capacidad de trabajo. Por otra parte, es indudable que en un equipo se genera una corriente de intercambio de ideas y hay un enriquecimiento personal gracias a las experiencias de cada uno.
Sobre esto además pienso que las diversas miradas para abordar un tema, enriquece la perspectiva de todos.
– ¿Y los estudiantes?
A lo largo de todo ese camino pude hablar y leerlos mucho, y ante la propuesta de contarles en éste espacio cómo fue el proceso de producción de las revistas, algunos de ellos me acercaron sus impresiones -que me gustaría compartir-:
Ariana Memmo: “Trabajar en la elaboración de esta revista, además de ayudarme a entender mejor muchísimos conceptos de la materia y generarme un gran interés por el ‘branding’, me sirvió para descubrir los aciertos y desaciertos personales a la hora de encarar un trabajo grupal de este tamaño; conocer los límites del grupo y de uno mismo es esencial a la hora de crear un gran proyecto como este. No es fácil, pero es súper fructífero. Creo que todos nos llevamos una gran experiencia y un enorme aprendizaje gracias a la libertad que tuvimos para poder comunicar lo que queríamos”.
Antonela Sofía Casagrande: “Con respecto a la experiencia que nos ofreció la profesora me gustaría destacar el aprendizaje de dejar de lado el individualismo, lamentablemente tan presente en este último tiempo, para lograr un trabajo de comunidad en la virtualidad y con personas a las cuales no conocemos cara a cara. El ser humano es un ser social por naturaleza, por este motivo la propuesta permitió no solo el desarrollo a nivel intelectual sino también el desarrollo de habilidades emocionales indispensables para los tiempos actuales”.
Leila Goglia: “Como todo trabajo en equipo fue complejo el aspecto organizativo, más allá de eso, disfruté ser parte de una idea innovadora que nos brindó no solo la posibilidad de trabajar los contenidos vistos a lo largo de la cursada de una forma dinámica, sino también explorar otras áreas, como la redacción de artículos, edición y formato”.
María José Benitez: “El mayor desafío fue la organización de la revista, tarea ardua de coordinar, aunque 100 % satisfactoria al ver los resultados. Aprendi con la experiencia lo que puede hacer un relacionista publico”.
– Reflexiones finales
Sumado a ello, y muy valioso en estos tiempos, donde estar aislados o no llevar el ritmo de nuestra visa social de siempre es generar el espacio y una propuesta que les da la posibilidad de conocer a los compañeros de curso, crear vivencias que refuerzan un lazo de unión, de compañerismo y espíritu colectivo.
Finalizado el trabajo, les escribí un mensaje a mis chicos explicándoles la importancia que les atribuyo a este tipo de tarea, que en la mayoría de los casos, genera altos grados de motivación y entusiasmo.
El trabajo en equipo y luego en uno mayor, un equipo mas grande que involucraba a toda el aula simulando la redacción de una revista, requiere de autonomía, de confianza en sí mismo para hacerse escuchar en sus propuestas y sostener un argumento con fundamentos. Promueve la responsabilidad de cada uno ante los otros. Aprender y sacar provecho de los recursos que tenemos a mano es clave ya que la vida social y personal está cada vez más conectada y atravesada por la membrana digital.
Los trabajos del futuro, requieren personas capaces de crear, de imaginar, diseñar y narrar escenarios, construir pensamientos y proyectos con otros, comunicar en diversos contextos, resolver situaciones problemáticas con habilidades críticas y adaptarse a los cambios. Para mi eso es muy importante.
En cuanto a mi rol, me identifico con la descripción que hace Andrés Oppenheimer, en su libro ¡Sálvese quien pueda! Que estoy leyendo, respecto del rol de los docentes en un futuro muy cercano. Allí habla de que hay que reinventarse y convertirse en motivadores, y una de nuestras principales funciones es la de promover las “habilidades blandas” como la creatividad, la curiosidad intelectual, la iniciativa personal, la flexibilidad mental, el trabajo en equipo y la conducta ética.
Si me permitís, quisiera hacerle llegar a mi directora, la Magíster Marlene Pedetti, mi agradecimiento por apoyarme en estas iniciativas, y a mis alumnos porque tengo la satisfacción que comparto con ellos por la misión cumplida. ¡Los felicito porque lo lograron!