La/el licenciada/o universitario en Geografía ha de alcanzar una rigurosa formación general en el campo del análisis socio-territorial y ambiental, desde las nuevas corrientes de pensamiento científico como desde las avanzadas herramientas tecnológicas. Se aspira a que el futuro licenciado posea una posición crítica frente a la complejidad de la sociedad contemporánea local, nacional y latinoamericana, lo que supondrá el desarrollo en competencias propias del geógrafo científico y profesional, y por ende, la apropiación de conceptos teóricos y metodológicos propios del campo disciplinar. El dominio del vocabulario y software técnico, la aplicación de técnicas de investigación, la adquisición de instrumentos de análisis y del trabajo de campo, la interpretación de problemáticas territoriales y su abordaje desde enfoques teóricos renovados son otras competencias que se esperan del egresado.
Su formación aspira a que analice las relaciones complejas del espacio (físico y social) a partir de metodologías específicas del campo para comprender y aplicar herramientas de planeación y ordenamiento con el propósito de mejorar las condiciones de vida de la población, interpretar críticamente los procesos de vulnerabilidad ambiental y riesgo, segregación urbana, movilidad territorial de la población, matrices territoriales productivas, entre otros. Además, estos sólidos conocimientos permitirán una mejora continua en la enseñanza de estas temáticas. Con lo cual podrán planificar, conducir y evaluar procesos de enseñanza aprendizaje en el Nivel Secundario y en el Nivel Superior en el campo disciplinar de la Geografía.
En función del trayecto formativo, el graduado estará capacitado para participar activamente en ámbitos interdisciplinares desde la formación rigurosa en la interpelación a las materializaciones territoriales como de territorialidades que exigen respuestas de mejoras y medidas de mitigación, o de prevención del riesgo, y en particular nuestras problemáticas territoriales locales como regionales, ya sean en el ámbito urbano como en los espacios de borde que proporcionan un mapa híbrido de procesos y factores espaciales en continua tensión social.